Para lucir el estilo de los años treinta, se
necesitaba la figura de una estrella de cine. Los nuevos trajes de noche de
corte al bies, con sus sinuosas columnas de tela ligera, revelaban cualquier imperfección.
La silueta ideal era delgada, armónica y aerodinámica, de caderas estrechas,
cintura marcada y hombros anchos.
Los sostenes o brasieres no se usaban para
allanar el pecho, sino para alzarlo y hacerlo sobresalir, ( un estilo similar
al actual bustier) y las mujeres llevaban fajas elásticas Látex para disimular
cualquier posible bulto.
En el año 1934, la revista Vogue comentaba sobre
estos vestidos de tiro largo"Se vera tan delgada como un palillo y más
alta que nunca, con un tronco alargado que de repente florece en el
dobladillo".
Los broches de estrás y las gargantillas de oro relucían
junto a prendas de terciopelo negro con remate de gasa, ligeras sedas y satenes
blancos y dorados. La mujer de los años 30 tenía mucho donde elegir en cuanto a
vestuario.
Para el día podía escoger un vestido de corte esbelto con hombros
anchos y cinturón, o quizás un entallado traje sastre por debajo de la rodilla.
Para la noche se podía optar entre un clásico vestido drapeado de corte al
bies, perfeccionado por la diva Madeliene Vionnet, quien fue elogiada por sus
vestidos cuellos halter y su sencillo abrigo de tipo capa, o bien retroceder
una generación hasta la próspera belle époque, con sus corpiños ajustados,
lazos estilo polisón y faldas majestuosas.
En l933 los hombros se hicieron más
anchos y, un año más tarde, estallaron las mangas " piernas de
cordero" y mariposa. Pero un traje de noche negro de confección era la
opción más moderna" Nada es nuevo en cuestión de moda" decía Vogue en
l935. Esos fueron años fueron bautizados por la crítica de moda de la época
como "Los años del glamour". ( continuará)
Fuente: Décadas de Moda
No hay comentarios:
Publicar un comentario