Por Rosario
Tifá
¡Hola! Los
concursos de belleza están en decadencia, ya no son actividades para proyectar
el país, un orgullo para cada candidata que se trasladaba desde su pueblo natal
con la seguridad de que ganaría la MEJOR en todos los renglones establecidos
por la dirección del concurso, hablamos de los años 80. A través de los años
éstos han ido variando su esencia y convirtiéndose en un descarado negocio. El pueblo ya no le
presta atención, las empresas no ofrecen
su apoyo y solo algunos que otros diseñadores de moda lo continúan haciendo.
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El último
episodio se dio con la modelo Sal García, muy apreciada por quien escribe, por
ser parte de sus inicios. Ella, debió
recurrir a la caridad pública nacional e internacional para viajar a Manila,
Filipinas, donde se celebrará el 30 de este mes el concurso Miss Universo 2016.
Después de inconvenientes y hasta
irresponsabilidades de algunos que prometieron apoyarla, por fin viajó este
viernes sin el séquito que se estila en ese tipo evento. Ojalá! Sal García dé una sorpresa para taparle la boca a mucha
gente que hicieron hasta bulling con su
figura. A nivel nivel internacional,
éstos van en la misma línea, me cuentan que las candidatas que han presentado
son feísimas, que solo pudiera superarlas, en belleza, la de Venezuela, veremos
que sale de esto.
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Líbrese
usted de caer en las lenguas de los que publican en algunas redes sociales, cuántas
faltas ortográficas e irrespeto! pero como dicen que estamos en democracia, que
siga la fiesta.
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Mis
parabienes en este 2017 para mis
queridos amigos Jary Ramírez, Luis y Tayluma Minieur y todas sus familias.
